Es propio señalar, como hasta aquí se ha mencionado, que las razones de insalubridad y paludismo endémico, fueron los argumentos que obligaron a Pizarro a convocar el plebiscito y de cuyos resultados se determina el desalojo del valle, sin embargo el doctor Morante descarta fehacientemente esta teoría, basado en los siguientes argumentos aquí ennumerados y debidamente fundamentados
PRIMERO El doctor Leguía y Martinez en su historia de Arequipa anota que al fundarse al otro lado del rio y en el llano hasta hoy nombrado de huacapuy, los españoles empadronaron a 15, 000 indios de los 70,000 que habían entre Majes y Camaná en el año de 1532, razonamiento cuya reflexión plantea la pregunta: ¿ por qué si el referido valle estuvo tan poblado antes de la conquista española, debido sin duda a la bondad de su clima, a la fertilidad de su suelo y a su antigua existencia pre-colombina, sólo desde que los inocentes zancudos embravecen, el paludismo se hace endémico y el clima mortífero ?
SEGUNDO.- La despoblación de Camaná, a pesar de que antes de ser tomada la desición mediante plebiscito, acusaba ya ausencia y éxodo significativo, la misma no solo correspondía a nuestra villa, como lo señala el doctor José de la Riva Agüero, en un artículo publicado en el diario La prensa, autor de la historia del Perú, en el referido estudio que intitula “Algunas reflexiones sobre la época española en el Perú”, a la despoblación le atribuye varias causas que ennumera:
A.- el impulso que tomó la minería con la venida de los españoles lo que atrajo a los indígenas hacia los asiestos mineros de Potosí, Huancavelica, Caylloma etc. Sea por la ganancia o propina o reclutados a la fuerza en cumplimiento de la mita.
B.- Que estos mitayos rehusaban a retornar a sus comarcas originarias una vez que cumplían sus obligaciones de enganche sea como voluntarios u obligados o porque ciegos o tuberculosos, producto del rudo trabajo en la oscuridad de las minas, ya no podían volver.
C.- Otros, atemorizados por el largo viaje o amaprados en la agricultura, se escondían para no ser empadronados en el censo por los caciques o corregidores.
D.- Porque cargados de cadenas, andando por ardientes arenales con pesadas cargas a cuestas, sin sombra donde refugiarse, ni fuentes en donde beber, caian desfallecidos cortándoseles entonces la cabeza.
TERCERO.- El caso del abandono de Camaná nueve meses después de fundada no es un a excepción en aquellos días de la conquista, el mismo Francisco Pizarro que desembarca en Tumbes en mayo de 1532, marcha por los arenales de la costa hacia el sur y cerca de Tangarará, funda la ciudad de San Miguel en el valle del rio Chira. Dos años más tarde, se trasladan y establecen en la margen derecha del rio Piura, luego decidieron alojarse en Paita.
Ante la inestabilidad de esta ciudad volante, la primera que fundara Pizarro en el Perú, no significaba nada el traslado de Camaná a Arequipa, ya que la misma Lima, centro metropolitano de mayor población y capital del Perú, al igual que nuestra provincia, fue fundada primero en Jauja, como capital de la nueva gobernación, encontrando por el clima y belleza del panorama el 24 de mayo de 1534, sin embargo antes de cumplir un año de estancia determina destacar enviados a la costa en busca de una ciudad puerto donde establecer un nuevo centro colonial, una nueva ciudad española que la encuentran el seis de enero en el valle del Cacique del Rimac y se procede a fundarla el 18 de enero de 1535 con el nombre de “Ciudad de los Reyes”
Estos fundamentados y probos argumentos nos llevarían a la conclusión aludida por el doctor Morante, que no sólo fueron calumniados los zancudos, ni las tercianas, ni el paludismo con que tanto se apoca a la Ciudad de Camaná en forma exagerada como la causa de su abandono, porque la terciana y el paludismo hubo y existió en Lima y en todos los valles de la costa y no solo en Camaná como se pretende hacer creer por más de cuatro siglos.
El abandono abundante, el ausentismo producido por los pobladores de Camaná, estuvo supeditado a las mismas razones que fueron generales para todos los nucleos geográficos del litoral del Perú, con esto no queremos desestimar tampoco la prolijidad malsana que puede ocasionar tan diminuto insecto en perjuicio de la salud, pero luego de las sustentadas razones expuestas por el doctor Morante, resulta demasiado atrevido y osado el reducir el sustrato histórico de un pueblo valeroso a la aversión que causó un grupo de zancudos y mosquitos haciendo huir esopantósamente al conquistador, siendo este un pueblo insalubre, temible e inabitable...¡meridiana falsedad!
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