Ingreso del Huascar al puerto de Quilca

Es tradicional y hasta legendario afirmar que el Huascar ingresó al puerto de Quilca en la guerra Perú – Chile, donde se dice se ocultaba para no ser ubicado por la flota chilena, sin embargo hasta hoy no se ha podido encontrar con exactitud el registro ni fecha exacta del ingreso del Huascar a este tradicional puerto del sur. No obstante, al contrario de lo que se pueda creer o pensar, según la muy reciente ubicación del registro hecho por el historiador peruano Eduardo Congrains Martin, uno de los primeros ingresos que tuvo el Huascar al puerto de Quilca no fue al mando de Miguel Grau, sino al mando de un grupo de rebeldes que capturaron esta insigne nave peruana, que se dirigía hacia Antofagasta al encuentro de su líder don Nicolás de Piérola Villena, autor intelectual de esta acción.

Corría el año de 1877, el presidente de la república era el general Mariano Ignacio Prado, en tanto que don Nicolás de Piérola Villena, hijo del camanejo Nicolás de Piérola Flores había desempeñado el cargo de Ministro de hacienda en el gobierno de Balta de manera exitosa. Piérola era un convencido líder que sostenía que sus postulados sobre la economía debían ser sustentados responsablemente y a causa del ejercicio indebido de la política de estado efectuada por Prado, este se declara rebelde mostrando su estirpe vanguardista y revolucionaria, intentando derrocar al general Prado mediante una revuelta armada.

Es así que Piérola organiza la insurrección en las regiones de Moquegua y Arequipa siendo repelido en ambas ocasiones por los militares oficialistas Montero y La Cotera,  a pesar de ser derrotado y rezagado a la sierra boliviana el tozudo, orgulloso y valiente de Piérola no se arredra y decide por tercera vez derrocar al gobierno de Prado planificando su estrategia desde la confortable ciudad de Valparaíso. Desde allí se contacta con sus aliados en Lima y desde el sur envía en misión secreta a sus amigos Federico Larrañaga, Manuel Carrasco y José María Echenique. En la capital  peruana se unen Antonio Bentín y Alejandrino del Solar.

En los primeros días de mayo las reuniones y contactos secretos han rendido sus frutos y todo está a punto; solo se espera la orden definitiva. El 6 de mayo de 1877 esta llega y el decidido grupo enrumba hacia el Callao; una chalupa los espera en una apartada playa y los conduce al costado del monitor Huascar donde contaba con múltiples seguidores.

La resistencia es restringida y limitada a la alta oficialidad. Así el día siguiente el gobierno emite un lacónico comunicado:

“UN GRUPO EXALTADO DE MALOS PERUANOS HA SECUESTRADO EL HUASCAR LLEVÁNDOSELO FUERA DEL CALLAO CON FINES DESCONOCIDOS”

Mientras el gobierno prepara afanosamente el resto de la flota para dar caza al monitor secuestrado, el ágil buque debido a su veloz desplazamiento llevaba la delantera varias millas de ventaja. De esta manera sucede que un 11 de mayo de 1877 el monitor Huascar después de surcar el litoral de Camaná, hace su ingreso al histórico puerto de Quilca comandado por José María Echenique y Federico Larrañaga, donde proclama la revolución ante el atónito pueblo de Quilca, los mismos que se vieron sorprendidos por el ingreso  de un buque de guerra oficial en abierta discrepancia con el gobierno central.

Luego el monitor continúa su ruta por los puertos de Mollendo y Pisagua, llegando a Antofagasta sin ser capturado al encuentro con su líder Nicolás de Piérola, quien aborda el Huascar entre hurras y vítores. El monitor retorna al Perú y habiendo dado Prado órdenes y ofrecido recompensa a navíos peruanos y extranjeros por la captura del legendario monitor, Piérola se enfrenta en Pacocha a los poderosos acorazados ingleses Sha y Amathyst, logrando eludir audazmente a estos bien equipados buques de guerra británicos. Finalmente Piérola convencido de su proeza regresa a Iquique y el 30 de mayo entrega el Huascar en ese puerto con una proclama en la que salvaguarda sus intereses en defensa del honor nacional.

Luego de dos años en su cuarto intento revolucionario Piérola conseguiría el mando absoluto del ejército proclamándose jefe supremo del Perú, en los críticos momentos de la guerra de Perú con Chile y de la deserción del mando del general Mariano Ignacio Prado.

FUENTE BIBLIOGRAFICA Desmitificación de Piérola. Biblioteca histórica Ecoma. Serie “Reivindicación”  III Tomo. Lima, enero de 1974 Autor: Eduardo Congrains Martin. (Ingreso del Huascar a Quilca. Página 54) --------------------------------------------------------------------------------------------------------- Ubicación del texto: 5 de mayo del 2009 Lima - Perú Eduardo Sarabia Huayapa. Redacción del artículo: 9 de mayo del 2009 Juan Carlos Gamarra Salazar